Julia Cardona Mack

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Abstract

Julia Mack is a Spanish professor at the University of North Carolina at Chapel Hill. Mack was born in Puerto Rico and moved to the United States to study for her Masters degree. She has taught at three colleges and universities in North Carolina, including UNC where she has taught for the past twenty years. Mack discusses her choice to become a professor and how her father was a role model for the profession. She identifies as Hispanic, but feels that she is a minority in her profession more for being a female and a mother than for her ethnicity. As a professor, she believes that her most important roles are showing Hispanic students that a career in academia is possible and serving as a resource for her colleagues in the Department of Romance Studies. Mack closes the first interview by sharing a few examples of how she has fostered relationships with Hispanic students by showing them that their Hispanic heritage is something to be proud of. In the second interview, Mack describes being an “immigrant by luxury.” She talks about studying for her Masters in California and later returning to teach at the university level. She says that her greatest challenge has been creating interactive classes and her greatest success was starting a program of language maintenance courses for Spanish-speaking students at UNC. She closes her second interview by advising future professors to foster students’ curiosity and to resist the university becoming too much like a business.

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Transcript

Katie Gutt: Yo soy Katie Gutt y estoy acá con la Profesora Julia Mack. Hoy es el 25 de febrero del 2015. Estamos en la oficina de la Profesora Mack. Vamos a hablar hoy de su experiencia como profesora hispana en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.

Julia Mack: Hola, Katie.

KG: Y Profesora Mack, donde nació Ud.?

JM: Yo nací en Puerto Rico.

KG: Bueno. Y vivía en otra parte de Estados Unidos. antes de venir a Carolina del Norte?

JM: Bueno, para mis estudios graduados estuve dos años en California.

KG: Y que estudió?

JM: Estudié lingüística.

KG: Y porque vino Ud. a Carolina del Norte?

JM: Bueno, cuando vine estaba casada con un señor que -- que era ingeniero y trabajaba para ITT y la compañía lo trajo aquí y vine con él con mis niños.

KG: Bueno, y ahora vamos a hablar de su experiencia en la educación. Y quería saber ¿cómo se involucró en el sistema educativo?

JM: Bueno, yo siempre he trabajado al nivel universitario con excepción de un año que traté de ser profesora de high school. Y fallé miserablemente, no sirvo para eso. Y me involucré en este campo porqué prácticamente nací en el. Mi padre fue profesor universitario por mucho tiempo. Y cuando yo nací profesor universitario. Cuando yo estudié en la--mis estudios pregraduados él me--me indicó que era un buen--una buena profesión. Y fue un buen modelo, que profesor fue muy querido, fue muy respetado. Y para mi fue una, así como, pues, natural?

KG: Y, Ud. se identifica como hispana?

JM: Sí. Sí.

KG: Y qué significa eso para Ud.?

JM: Bueno, más que nada significa que hablo español. Y que formo una parte de una comunidad de hispanohablantes de diferentes tipos, de diferentes orígenes, pero que por alguna razón compartimos este idioma. Y por lo tanto tenemos cierta historia y vivencias comunes que nos hacen hermanos de una forma.

KG: Y, como Ud. es profesor--profesora hispana, se considera una minoría en su profesión?

JM: Oh, sí, absolutamente.

KG: Y acá en la facultad?

JM: Bueno, en esta facultad, fíjate no tanto. Porque en este departamento precisamente, eh, la mayoría de la gente es minoría de alguna forma. Somos expertos en varias--que nadie más habla, o lo que hablan no lo enseñan, y por lo tanto nos han escogido, para ser parte de esta facultad precisamente porque somos parte de esa minoría. Así que aquí no.

KG: Y, en la profesión, se considera una minoría en la profesión de ser educador?

JM: Bueno, fíjate, en mi--yo me siento que soy una minoría en la profesión de académicos universitarios en Norteamérica. Pero no necesariamente porque enseño español, sino es porque, ni incluso porque enseño lingüística, sino quizás porque soy una mujer, una madre, y mayor de edad. Que la mayoría de los profesores tienden a ser hombres, que también las mujeres que enseñan en este ambiente suelen ser mujeres sin niños porque no les da el tiempo para tener todo (se ríe). Y yo no quise negarme a mi misma nada. Y, y quizás también después de cierto tiempo se cansan y se van. Y yo me he quedado porque me gusta. Entonces, por estas razones siento más minoría que por ser hispana.

KG: Y, puede Ud. describir su trabajo con la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill?

JM: Y cuál aspecto de esto? Porque mira que es amplio. Y son veinte años!

KG: Como profesora primero? Y después los otros roles que tene--que tiene en la facultad.

JM: Bueno, mi rol primario es como profesora. Y sobre todo, me parece que, como en el aspecto que tengo mayor impacto, quizás si tengo alguno, es en presentar para mis estudiantes la hispanidad. Lo que puede ser una persona hispana que tiene, que llega a tener estos niveles de--de desarrollo intelectual. Me parece que para mis estudiantes hispanohablantes, represento una posibilidad que quizás no se han considerado. Y eso para mi es muy importante. Es de dejar la puerta de mi oficina abierta todo el tiempo para que vengan. Los que pasan por ahí entran para saludar y se quedan hablando, eso es muy importante para mi también. Contestar los correos que recibo, sean los que sean entre más triviales. Igual, no me importa tampoco contestarlos con anima a mis estudiantes dejándoles saber que estoy muy orgullosa de ellos y que los estoy esperando que sean personas de valor. Todo eso para mi es lo más importante.

KG: Um, y, tiene Ud. otros roles en la universidad, como ser líder o consejera de algunos clubes o organizaciones?

JM: Sí, hay varios. Pero sin embargo, también aquí en lo que más en--lo que más rápidamente me viene a la mente no es ser faculty advisor para Mezcla o para un grupo. Ultimate frisbee team, I'm their faculty advisor. Sino, lo que me viene a la mente más que nada es mi relación con mis colegas. Y la--mi capacidad por mi experiencia y mis conocimientos de servirles de recurso. Yo tengo amigos que vienen aquí con preguntas esotéricas de gramática (se ríe). "Julia contéstame esto que tú siempre me contestas bien!" Y cuando no tengo una buena contestación le digo mañana te la digo. Y busco entre mis libros de gramática y demás para ayudarlos hacer su trabajo. Y eso para mi es muy valioso, esa colegialidad que se establece cuando una ha estado cierto tiempo aquí. Y cuando los demás se dan cuenta que tú no estás compitiendo con ellos, que realmente estas aquí para ayudarlos. Y que, te place servirles de recurso.

KG: Y, la próxima pregunta tiene más que ver con la experiencia de ser profesora hispana, que sea la identidad más importante o no, Ud. que piensa, o ¿piensa que cómo es diferente la experiencia en comparación con la experiencia de sus colegas que no son hispanos?

JM: Pues, la verdad no sabría. Que yo no sé como es la experiencia de los otros, no. Así que será más difícil al contrastar, como será la experiencia de los compañeros que se sienten, que vienen a, por ejemplo enseñar español desde la perspectiva de que se considera la segunda lengua, una lengua aprendida más bien que con la que nacieron o que aprendieron en casa. Así que, no sé, no sé como, como contrastarlo. Pero si, te puedo decir que hoy por ejemplo como hubo una reunión frente a Wilson Library de todos los adjuncts, todos los profesores que están aquí. Y yo soy uno de ellos. No soy tenure track. Así para mi esa, a pesar de que a mi nunca me he sentido, nunca me he sentido frágil, o vulnerable. Siempre me he sentido segura en mi trabajo, porque sé que trabajo bien. Y siempre que he tenido la posibilidad de renovar el contrato. Lo--las organizaciones, la universidad donde han estado lo han hecho rápidamente, lo han hecho por mucho tiempo y me han tratado bien. Pero, sé que al no ser profesora--que la jerarquía pesa. Que la jerarquía en un--en este trabajo, como en muchos otros trabajos, la jerarquía se hará resentirse, se hace, se hace presente. Y que, cuando tu estas en la parte más baja de la escalera, pues, um, puede sentirte en peligro, menos por la--me compara las posibilidades. Yo nunca me he sentido así, pero siempre he apoyado a esas colegas que se sientan de esa manera. Estaba allí hoy en la Wilson Library porque pensé que era importante que viera--que viera gente ahí, que respondiéramos a eso.

KG: Y es algo que entiende por su experiencia o por su tiempo acá, por sus años acá?

JM: No, eso entiendo, el que--tu quieres decir el querer ser, querer apoyar a una causa, o no entiendo la pregunta muy bien.

KG: Bueno...

JM: Es decir que sí... Que lo que creo...

KG: Es sentir como vulnerable es algo que no se siente por los años acá, por su tiempo acá?

JM: No, yo creo que el no sentirme vulnerable tiene que ver con el sentirme muy segura en mi propio conocimiento. Es saber que lo que yo sé, lo--me ha tomado tiempo de adquirirlo, y lo he hecho con mucho trabajo y que es solido y bueno. Y por lo tanto, que no tengo que temer el que me acuse o que se me critique porque no hay razón. Es decir, yo creo que es una cuestión muy personal. El sentirse o no sentirse vulnerable. Y creo también que en Estados Unidos nunca me he sentido vulnerable por razón de raza o genero o--o, origen. Ahora que estoy diciendo, me estoy acordando de que trabajé siete años en un colegio donde el decano de la facultad rechazó mi candidatura a una tenure track position porque yo no estaba casada con el hombre con quien vivía. Oh yes... Y le dijo a la directora del departamento, cuando ella dijo "queremos a la profesora Cardona Mack para nuestro departamento" y le dijo, "So is she married yet?" Exacto.. Entonces, si... exacta. Entonces ahora que me estoy acordando de esto, tendría que revisar todo lo que he dicho antes. Porque a pesar de que yo no me sentí vulnerable, obviamente lo era. Decir, la--esa organización, esa pequeña universidad me renovó el contrato, pero no me renovó como profesora, lo renovaron como adjunct. Porque estaba esperando que yo me casara. Porque era intolerable, para las personas que--de esa organización, que yo viviera en ese—en pecado, supongo. No sé. Parece algo como el siglo 19. Pero... o peor. Pero en todo caso..

KG: Eso fue en Carolina del Norte?

JM: Sí. En Carolina del Norte. Entonces, no, pero bueno, lo que quiero decir es que no es una cuestión, es discriminación, pero no es discriminación por razón de origen, ni raza. Es una discriminación porque estas personas en particular tenían una idea muy clara de como querían que fuera el profesor de su universidad y yo no--y a pesar de que yo era buena profesora, y que me querían allí para que yo enseñara, no me querían pagar el dinero necesario, no me querían dar el titulo de profesora porque para ellos todavía yo tuviera que hacer lo que ellos quería.

KG: Entonces fue más por el género que por...

JM: No, fue una cuestión, de cuestión... como se llama... let me see...sexual orientation... marital status, that's it, that's it. I knew there was a label for that! There's an app for that!

KG: Y, siente Ud. que--que tiene el apoyo de otros profesores o administradores hispanos? En la universidad hay una comunidad o…?

JM: Si la hay, no la conozco. Si yo sé que hay profesores hispanos y en alguna--algunos semestres me he reunido con algo que llaman Hispanic Caucus. Pero Hispanic Caucus siempre se reúne los jueves, los martes o jueves y yo esos días no puedo venir a la universidad. Entonces cuando han hecho reuniones, me lo decía "Keep me in the loop" así que por eso yo creo que dejaban de invitarme. Porque la verdad no he vuelto de saber de ellos. No siento, no me siento apoyada por ellos y tampoco sé lo que están haciendo, la verdad.

KG: Ok. Y--Última pregunta, tiene Ud. algún otro comentario o observación como, sobre la experiencia de ser hispano y profesora en el campo de educación universitaria en Carolina del Norte?

JM: Sí, tengo un comentario que hasta cierto punto una más que nada una, un ruego, una regalía... Porque es que tengo a dos estudiantes muy prometedoras. Una acaba de empezar su doctorado en Arizona. Y otra está empezando--es un rising senior--el año que viene. Y este verano va a ser en Europe para empezar a desarrollarse como posible candidata a escuela graduada para--con la idea de ser una profesora. Y estas dos mujeres, para mi, representan el futuro. Y ambas han sido estudiantes mías por mucho--en varias clases. Ambas han estado comiendo en mi mesa en mi casa, en mi oficina. Las quiero como si fueran hijas, y las he observado, y las he animado lo más que lo he podido. Lo único que quisiera es que ambas lo lograran ser profesoras para que pudieran inspirar a otras personas a hacerlo también. Es muy difícil para una persona, para un estudiante hispano de primera generación de dedicarse a la academia. Porque es muy difícil explicarle a su familia lo que intenta a hacer. El concepto del profesor universitario es algo que, tan extraño, tan foráneo para un estudiante de primera generación de cualquier etnicidad. Pero para nuestra, nuestro población que ha sufrido tanto, que está tan preocupada por la […] es todavía mas extraño que un hijo que entra a UNC para hacer enfermería, es algo muy concreto, muy especifico. Decir dedicarse a la sociología, o a la historia, o a la filosofía, a la lingüística goodness! For gracious! What ever is that? Así que, te entiendes no? Que las mujeres hagan lo que están haciendo, han tenido de meter una gran cantidad de curiosidad intelectual y de valor, y de valor. Y eran de familias muy tolerantes, y muy amorosa. Entonces, lo que quiero más que nada es que lo logren, no? Y que haya mas, más más más más!

KG: Si, claro. Y piensa formar parte, o tener un rol en su vida después de la facultad? Como después de graduarse, aunque una ya está en Arizona... O no, piensa que es mejor desarrollar los estudiantes acá, o como?

JM: No sé. Tú quieres decir que para mí? Bueno, para mí me preocupo mucho los estudiantes que llegan aquí el primer año. Que llegan aquí los hispanos, que vienen aquí de pequeños lugares en North Carolina donde la hispanidad ha sido algo que se tiene que esconder. Que no es algo que pueden compartir, ni que pueden, ni que pueden expresar con mucha alegría. Y cuando llegan aquí se encuentran en mi clase de conversación, o ahora en la primavera en la clase de composición, se encuentran con una comunidad, con una colectividad que los apoya, que los quiere, que los celebra. Y que, y encuentran con un grupo de estudiantes que en este departamento que envidian lo que ellos tienen y entonces para--es un gran descubrimiento para ellos. Y les ayuda mucho, yo creo, a florecer y a tolerar lo que tienen que tolerar y mantenerse firme y fuerte en el primer año que es tan duro. Y sobre todo para ellos es muy duro. Y eso pues, no sé si te contesté la pregunta, pero--pero esa, para estas chicas que--que hispanas estar en la escuela graduada me--me mantengo contacto con ellas pero realmente mi enfoque es en los pregraduados en los chicos que llegan recién, recién a la universidad. Me estoy quedando sin voz, Katie, y vas a tener que preguntar pronto.

KG: Está bien. Esto fue mi última pregunta. Sí, no tiene algo más para compartir, algo que incluir en su entrevista?

JM: Pues, nada más que me gustaría cuando tuvieras todas estas entrevistas me dejaras ver lo que hay. Porque tengo gran curiosidad por saber lo que vas a encontrar.

KG: Ok. Puedo hacer esto. Muchas gracias.

JM: De nada




KG: Yo soy Katie Gutt y estoy acá con la Profesora Julia Cardona Mack para la parte dos de su entrevista. Hoy es el 30 de marzo. Estamos en la oficina de la Prof. Mack. Y vamos a continuar hablando hoy de su experiencia como profesora universitaria. Y primera pregunta es, ¿Si podría contarme de su primer mes en EE.UU como estudiante?

JM: Pues, mi primer mes en EE.UU, hace mucho tiempo eso. Fue para escuela graduado en la Universidad de California al Sur. Southern California en Los Ángeles. Y mi padre me llevó para que--para, hasta allá. Así que la primera semana él estuvo allá, quedándose en un hotel. Yo, haciendo mis matriculas y demás. Y me sentí muy, pues, muy cómoda, muy tranquila. Cuando él se fue, me empezaron las clase, yo tenía...Acabo de cumplir 18 años. Y estaba haciendo mi año de PhD, así que no tenía mucho tiempo para pensarlo mucho (se ríe). Para pensar en que iba, en los que estaba haciendo, ¿no? Y tenía clases, tenía--no tenía más que trabajar, yo tenía un scholarship, un Oakley Fellowship, de hecho. Entonces, como con el Oakley no tenía que trabajar podía, como, concentrarme completamente en mis estudios. El Oakley me pagaba la matricula, los libros, me pagaban, me daban 200 dólares al mes para lo que yo quisiera. Me pagaba los viajes a Puerto Rico. Pues, era un fellowship muy, muy generoso. Y por lo tanto no tenía ningún problema económico. Estaba quedándome en los dormitorios. Era una vida de lujo en realidad. Inmigrante de lujo. Y por lo tanto, pues, no recuerdo grandes complicaciones a parte de las clases, que era--ser estudiantes graduada a esa edad es una locura. Sí, era una locura. Y aparte de que mis compañeros me llamaban "the kid", aparte de ser "the kid", pues, no tenía ningún problema. Y, al contrario, pasé los dos años que estuve en UNC--en USC--muy bien, muy feliz, y muy conectada con mis colegas y mis trabajos y yendo a casa muy a menudo. Mi primer año en--la segunda vez que regresé a EE.UU fue muchos años después. Ya tenía un PhD, ya era mujer casada. Tenía tres hijos. Era una experiencia completamente diferente. Pero también en este caso, pues, venía con mi esposo que venía a un trabajo muy bien pagado. Una área urbana que es Raleigh, North Carolina. Compramos una casa, me puse los hijos en la escuela. Mi primer mes fue un torbellino de actividad. Buscando donde poder poner los niños, llevarlos a la escuela. Establecer la casa. Comprar muebles, hacer las cosas que hace la gente cuando esté empezando a mudarse a un lugar. Así que, fue duro, fue complicado, fue muy divertido. Hice muchas amistades, más o menos lo mismo que la vez anterior, pero también es mi inmigración de lujo. Porque no pasé unas dificultades que pasan otras personas que vienen sin trabajo, que vienen a un futuro incierto.

KG: ¿Y ya había obtenido un trabajo Ud.?

JM: Yo había trabajado en la Universidad de Puerto Rico, sí, y en la Universidad de las Islas Vírgenes, que mencioné arriba. Y aquí, no, aquí no tenía trabajo yo. Pero, como mi esposo tenía un trabajo muy bien pagado, pues no había ninguna necesidad. Sí, llevé mi curriculum vitae a la Universidad de State, en Raleigh. Por aquello que me hubiera gustado trabajara. Inmediatamente me contrataron. Y llegué en junio y en agosto ya estaba trabajando. Sí fue bastante sorprendente. Y también con colegas muy divertidos, muy simpáticos que, algunos de los cuales todavía son amigos míos. Así que, que, no he tenido grandes complicaciones.

KG: Bueno.

JM: Aparte de las complicaciones normales de estar lejos de tu familia. Y sintiendo un poco fuera del sitio.

KG: Y, bueno, ¿Hubo algo que no esperaba? ¿Algo la segunda vez?

JM: Pues, California y North Carolina son estados muy diferentes. No esperaba que hubiera tantas diferencias entre ellos. Así, cuando estuve en California yo sabía que el sur de EE.UU es muy distinto porque mis compañeros de clase a veces hablaban de los sureños. Bueno, tú te imaginas. Entonces, claro yo sabía que estaba diferente. Además de cuando dije a mi madre que venía para acá se puso furiosa conmigo. Dijo "¿Cómo que te vas para el sur de EE.UU? Con la historia que tiene esta gente, tú no sabes que hace poco había letreros que decían 'no dogs and Puerto Ricans allowed'. ¿Cómo te vas a un lugar así?" Así venía pensando que ésta va a ser duro y difícil. Y cuando vine en los 80, aquí la población era muy homogénea. Decir, no había tanta variedad como ahora, no había tanta diversidad. Y, pero yo estaba tan ocupada con mis hijos y mi trabajo y mi marido que no había tiempo para ponerse a pensar si la gente me aceptaba o no me aceptaba. A mi la verdad es que no me importaba, a fin de cuentas.

KG: Bueno.

JM: ¿Verdad?

KG: Es mejor. Ud. enseñó en la Universidad de Puerto Rico y la Universidad de las Islas Vírgenes, pero ¿Puede contarme de su primer día como profesora en la Universidad de Puerto Rico?

JM: (Se ríe) Lo recuerdo muy bien. Porque había acabado de terminar, bueno, había justo—me terminé la maestría en USC. Y estaba empezando el doctorado. Y mi padre me dijo, él era rector del departamento de lenguas, me dijo "Mira, aquí se acaba de abrir una plaza, un trabajo, para una persona y va ser muy difícil de llenar esta plaza porque necesitamos a alguien que puede enseñar francés, alemán y latín. Así que va a ser muy difícil encontrar a alguien así. Pero yo sé que tú lo puedes hacer. Y tu madre me está volviendo loco porque no quiere que te quedes en California. Que dos años ya basta y que deberías de venir. Que tú eres muy joven, que tú eres..." Que era una joven, que blah blah blah. Entonces, tanta fue la presión de papá y mamá, sobre todo de mamá, que tomé mis exámenes de maestría y me vine. Me vine con la maestría y dejé el doctorado a la mitad. Cuando llegué, el decano de la facultad me mandó a llamar. Y me dijo, "Te damos este trabajo a pesar de que eres muy joven y que no [...] esta experiencia porque tu padre es un profesor distinguido. Y asumimos que va a ser tu mentor. Y que tú vas a responderle a él por los trabajos que hagas y que vas a trabajar como el ha trabajado. Oh, no pressure! Entonces le dije, bueno. Y me dieron dos clases de francés principiantes el primer año, dos clases de alemán--oh no, it's not over yet--dos clases de alemán como principiante, y una clase de latín de principiante. Todas cinco clases en el semestre. Esto no es por un año esto es todas las clases, todos los días. Y eran cuarenta estudiantes en cada clase. Oh no, no, en latín no había cuarenta, pero en francés y alemán, sí. Había solamente 20 o algo así. Y los de latín eran estudiantes graduados que tenían latín como requisito. Y los de francés y alemán eran estudiantes de primer año. La mayoría de los de francés eran de historia, de pedagogía. Y los de alemán casi todos eran de ciencias. Curioso, ¿no? Pues yo recuerdo el primer día que fui a clase. Porque eran los años en que las mujeres se pusieron minifaldas. Y yo tenía una minifalda color azul celeste, algo así como Carolina blue. Entonces era como un baby doll. O estilo de baby doll, era, así con puntillitas, así muy chiquito, muy inocente. No? Y era un salón muy grande, muy grande con pisos de madera, con grandes ventanas. Y había cuarenta y tantos estudiantes en el salón. Estaba lleno. Y en el catalogo había aparecido el nombre de mi padre, que es el mismo que el mío en aquella época. Entonces los estudiantes lo estaban esperando a él. Porque el enseñaba el mismo tipo de curso. Entonces cuando llego yo, entro por la puerta--estaban todos los estudiantes sentados--entro por la puerta, y vi a todas aquellas caras y se van quedando todos en silencio. Yo oigo una voz en la ultima voz en la ultima fila, "Ay, pero sí es una nena!" (Se ríe). No sé. Yo vine y hubiera salido corriendo, pero no me quedé y di mi clase. Y salí bien, no? Pero la verdad es que era mucho trabajo. Yo, los primeros cuatro o cinco años que enseñé en la Universidad de Puerto Rico terminaba el semestre cada año, cada semestre enferma. Me dio por la nucleosis. Me dio pulmonía. Me dio, que sé yo, me dio measles, me dio varicela. Es decir, quedaba tan exhausta al fin del semestre porque eran muchas clases, muchos estudiantes, mucho trabajo. Solamente una persona joven puede hacer un trabajo así. Es imposible. Los fines de semana, me iba con mis amigos, me desaparecía. Porque también es una sociedad pequeña, los profesores tenemos un aspecto social muy fuerte. No? Es profesor es una persona respetable. Aunque tengo 20 año, dice una niña, una nena. Es una persona respetable, es una persona que se supone que seba mucho, no? Entonces la presión, además de ser de una familia conocida, llegaba el fin de semana y quería salir y irme de la ciudad, no? Me iba con mis amigas al sur de la isla. mis amigas tenían un barco de vela. Y nos íbamos a pasar, a navegar el fin de semana. Sin zapatos, sin bañarme, sin peinarme, sin cepillarme los dientes. Con una camiseta de USC y los pantalones--feliz! Completamente feliz. Para volver el lunes a clase otra vez la profesora, tú sabes. Así que este fue mi primera experiencia como profesora. Un poco extraña, pero sí.

KG: Bueno, no puedo imaginar enseñar una clase de 40 personas al tener 20 años.

JM: Te imaginas eso, ¿no? Yo tampoco creo que podrías. No volvería a ser.

KG: Y, mi próxima pregunta es ¿cómo eran diferentes las universidades en comparación con la UNC, desde de la perspectiva de una profesora?

JM: Bueno, yo creo que primero que nada hay que ver que estas universidades están en lugares donde--éste es el tercer mundo. Es un mundo dónde los recursos son diferentes. Donde las necesidades son distintas. donde la gente tiene otras expectativas de lo que el país debe ser. Y de lo que las instituciones tienen que contribuir. Y por lo tanto en UNC yo espero más de mis estudiantes porque asumo que mi trabajo aquí es servir de facilitador. De ayudar a mis estudiantes a crecer como individuos, como intelectuales. Y a mejorar su conocimientos de mundo si en posible. Pero la responsabilidad está en ti, Katie, en el otro de mis estudiantes. En los países en que yo he enseñado, en Puerto Rico y en las Islas Vírgenes, el estudiante no viene al salón de clases con los recursos, ni intelectuales, ni sociales y económicos, que trae al salón de clases de UNC. Entonces estos estudiantes requieren una relación diferente con el profesor. Requieren un tipo de acercamiento muy distinto. Hay que, hay que apoyar no solamente el desarrollo intelectual, sino el desarrollo humano, y social y económico del estudiante. Yo por alguna razón yo llegaba al fin de semana tan exhausta y era porque estaba manejando una serie de situaciones mucho más complicadas que mi vida propia. Que eran mucho más, que tenían retos mucho mayores de lo que yo había enfrentado jamás. Y también, una justificación mucho más inmediata. Así, yo puedo en UNC, yo te puedo decir "Ah bueno, Katie, tú necesitas esto. Vamos a, te contesto mañana. O te contesto pasado mañana. O vamos a ver como podemos hacer esto." En un país donde los recursos son limitados, la respuesta tiene que llegar en el momento. Y tiene que ser una respuesta eficiente, eficaz, completa. Es un trabajo diferente. No solamente por el tipo de estudiante y por el tipo de institución en el cual el profesor trabaja, sino porque su--lo que viene llamado a hacer, su misión--es diferente.

KG: Me imagino. Y, ahora ¿podría contarme como su primer día como profesora en UNC?

JM: En UNC. Ay, si me acordaré. Pues, tenía una oficina en el segundo piso de Dey hall (se ríe). Y era como Grand Central porque--a mi me gusta tener la puerta de la oficina abierta para que mis estudiantes se sientan que pudieran entrar, que son parte de mi momento de mi trabajo--pero, era tanta la gente que pasaba por allí que era muy simpático, no? Porque el ruido era constante. Pero pasaron dos cosas simpáticas que creo que sean más interesantes que lo normal. Que llevan un poquito más para allá. Uno fue que era muy temprano en la mañana y yo estaba sentada en mi escritorio con mi espalda asi a la puerta. Y oigo una voz de mujer que dice "I've got to see who this Julia Mack is." Y me doy media vuelta y miro y encuentro en la puerta una señora rubia, de pelo riso, típicamente gringa que me dice, "Hola, yo me llamo Julia Mack." Y yo le digo, "Pues, yo también." Y me dice "Yo soy estudiante graduada de inglés y tengo mi oficina dos pisos más arriba." Con el tiempo a llegué a conocerla. Y es una suerte que su política y la mía son muy parecidas porque durante el tiempo que ella estuve en UNC nos confundían, la una con la otra, todo el tiempo. Julia Mack aparecía en los periódicos en Chapel Hill, en las marchas a favor de las mujeres, y en favor de los inmigrante y este otro. "¿Fuiste tú?" Y me decían, "Bravo, bravo," y no, no, no ésta es la otra! Mi doppleganger, esta otra Julia. Pero bueno, yo la mando a hacer estas cosas! Sí, pasó esto. Y pasó también que mi esposo, le había dado su abuela unas alfombras pequeñas. Unas alfombras persa, libanesa no sé. Del norte de África, quizás. No sé. Muy bonitas, de colores muy brillantes. Y como la oficina era tan drab. Pues, yo me traje tres o cuatros de estas alfombritas y las puse en diferentes partes de mi oficina. Y un día, como a las dos o tres semanas de haber llegado aquí, estoy así sentada en mi escritorio otra vez, y oigo una persona en la puerta que me dice, "Hola, mi nombre es Sara Ahmed". Y era una profesora egipcia, que en aquella época enseñaba francés con nosotros, que ahora creo que está en el Departamento de Estudios Islámicos, no sé donde estará, pero creo que todavía está en UNC. Ella venía a ver las alfombritas porque resulta que eran prayer rugs y no lo sabía. Ella no me dijo nada, pero después me quede pensando, "Dios mío a lo mejor estoy haciendo algo terrible, un falto de respeto de ponerlas ahí. La gente se para encima!" Pero ella se paró, sí las miró, no sé si fue con admiración o horror, no sé. Algo extraño, ¿no? Pero no me dijo nada. Se presentó y me presenté, nos saludamos. Nos caímos bien, yo creo. Pero aparte de esto, pues nada. Esto fue otro "uh-oh", one of those uh-oh moments! Sí, exacto. Los estudiantes, no lo recuerdo muy bien porque en realidad eran tantos y tantos. Y a la misma vez recuerdo pequeños eventos, por ejemplo un estudiante que aquí en North Carolina--hay una historia con este pajarito, pero no viene al caso--pues, resulta que me habló de que bailaba shag, creo, o algo así. Y me dice, era una clase pequeña, de 15--18 estudiantes, dijo "Esto es lo que bailamos cuando vamos a la playa en el verano." Y yo dije, sí estoy tratando de aprender todo lo que tiene que ver con lo que era, porque sé muy poco. Y me dice, "Ah, pero yo le enseño!" Allí mismo, alguien sacó un disco y me quisieron enseñar a bailar shag los estudiantes de la clase. Bueno, me enseñaron más o menos, pero fue comiquísimo porque ellos se sintieron tan felices de poder ensenarme a mi. No? Y sobre todo ensenarme algo que obviamente yo jamás en mi vida había visto. Pero fue muy divertido. Fue muy agradable y muy alegre.

KG: Ah bueno. Y, otra pregunta sobre ser profesora en la UNC. Quería saber ¿cómo ha cambiado la profesión de ser profesora en Carolina del Norte sobre su carrera?

JM: En mi carrera, cómo ha cambiado. Para mi, sí ha cambiado porque para mi lo más importante es que ahora tenemos cursos para estudiantes hispanohablantes de herencia. Que antes no teníamos. Cuando yo llegué inmediatamente me di cuenta que hacia falta. Que language maintenance era algo importante para mi, para los estudiantes y para la universidad. Pero, que no podía convencer a mis colegas de que instituyéramos estos cursos. Me decían que no había suficientes estudiantes para ponerlos en el programa. Y yo juraba que si, decía "sí, están! Lo que pasa es que ustedes no preguntan. Ellos no dicen que son hispanos porque Uds. no les preguntan si los son. Entonces no se dan cuenta." Entonces un semestre le pregunté, mandé un email a todos mis colegas y dije "Busquen en sus clases". Y cuando encontré los números se dieron cuenta de que sí yo tenía razón. Fui al director del departamento y en este momento estuvimos en un cambio de directores. Y llegó una persona al departamento que era lingüista y logré convencerlo que me dejara para dar estos cursos. Y para mi esto es el cambio más importante. Que, sobre todo, como es más visible la población hispanohablante en North Carolina y en la universidad, estos cursos han tenido--todos los semestres empecé con dificultad. No aparecen estudiantes, los cursos parecen que los van a quitar, tienen dos estudiantes, después tres, después cuatro, y después seis, ocho, diez y al final termino con el curso lleno con 20 o más estudiantes. Este semestre les he dicho que no quiero más estudiantes que los 20 que tenía, he tenido que sacar gente del curso. Así que efectivamente los cursos se pueden dar. Hay gente aquí que quiere continuar con el español que ha aprendido en casa. Para mi, eso es un cambio significativo, importante, visible.

KG: Y ¿Cuáles son los desafíos para Ud. como profesora en UNC y cómo los ha superado?

JM: Los desafíos siempre tienen que ver con los estudiantes. Y cómo hacer la mejor clase posible y el mejor, la mejor experiencia educativa. Y esto no es solamente por decir, en realidad, yo invierto la mayor parte de mi tiempo cuando--yo estoy en esta oficina trabajando en los cursos y preparándome, leyendo, organizando, haciendo todo lo posible para que la clase que voy a dar sea lo más, lo mas interactiva posible, y sobre todo, en no decirle a mis estudiantes todo lo que sé. Porque lo que me interesa a mi es que ellos busquen en si mismos todo lo que ellos saben. Entonces es muy fácil para un profesor pararse en frente de una clase y dar como una conferencia, a lecture. Es fácil. Cualquier tema, por 40 minutos--Wind me up and set me up! Y yo empiezo a hablar. Pero lo interesante para mi es lograr que los estudiantes piensen, que se queden con algo, aunque sea una cosa pequeña y se lo lleven consigo y se queden pensando, que le siga molestando hasta el día siguiente. Y esto requiere mucha planificación por mi parte y es definitivamente el reto mayo para mi de ser profesora. Cuando tenia niños en casa el reto más grande era sacar tiempo para hacer eso y darle tiempo a mis hijos, y darle tiempo a mi casa, a mis cosas. Cuando estuve un tiempo escribiendo cuentos de detectives, escribí unos cuentos detectives. Cuando estaba haciendo esto, pues, el reto era sacar tiempo para mis cosas, para mis novelas. Cuando hacia también los cursos, mis clases y mis cosas. Así que siempre es una cuestión--yo creo que el factor tiempo siempre ha sido el reto más grande.

KG: Y mi ultima pregunta es si ¿Ud. tiene algunos consejos para futuros profesores de la UNC o profesores en el sistema educativo de Carolina del Norte en general?

JM: Si, si tengo. Y no es duda--no es solamente mía la sugerencia--todo los que estamos aquí, que nos estamos dando cuenta de que los tiempos van cambiando. Que la universidad se hace cada vez más un negocio, que se convierte cada vez más en producto, una marca, un brand que se le vende al estudiante. Y no quiero ser romántica, pero pienso que el desarrollo del individuo, sobre todo el las humanidades, el desarrollo del individuo como persona, como un ser humano, el desarrollo del concepto del tramada moral del individuo, de su capacidad para escoger una vida fructífera y positiva y pacifica y justa, eso necesita un espacio donde se le permita al estudiante cometer errores, tomar una clase que no le sirva para nada, supuestamente. Tomar un cuso simplemente por curiosidad. Meterse en cosas que no son libros, pero que tienen algo también de enseñar. Todo esa experiencia de desarrollo humano se pierde si lo que queremos es un proceso por el cual, entres por un lado y salgas por el otro, como salchichas. Es decir, que salgas formado con dos lasitas, una a cada lado. Y tienes un titulo de UNC. Si es el camino por el cual vamos, es la meta que [...] en el siglo 21, mi recomendación a mis colegas es que resistan. De que resistan, de que se nieguen. A mis estudiantes, que piensen, que escriban poesía, que se metan en cursos por curiosidad, que inventen cosas, que se meten en los líos, que salgan de estas paredes, que pregunten, que argumenten, que peleen. Y esto cuesta tiempo y esto no es el business plan.

KG: Estoy de acuerdo con esto. Y esto fue mi ultima pregunta, así que gracias por hacer esta entrevista.

JM: De nada.
http://dc.lib.unc.edu/utils/getfile/collection/sohp/id/26895/filename/26937.pdf