Luis Olivieri-Robert

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Abstract

Luis Olivieri-Robert is Community Relations Analyst for the City of Raleigh, a role through which he has served Latine and migrant communities since moving to North Carolina from his native Puerto Rico in 2002. He recounts his early life, educational experiences, and professional development in Puerto Rico and the continental U.S., having taught at the university level in both settings. Throughout, Luis highlights his international travel, life-long commitment with environmental responsibility, activism related to Puerto Rico’s independence, and his faith and Church involvement as key formative experiences that continue to inform his endeavors. Working for the City of Raleigh, he and his team have strived to be the “first channel of information” for Latine newcomers, connecting people with city services and housing and work opportunities. Luis has also been involved in numerous outreach initiatives, from celebrations like the Viva Raleigh Festival to educational efforts to expand civic participation like the Raleigh Neighborhood College. He describes his activities outside the City and recognizes challenges he has faced, such as remaining motivated in the face demoralizing social developments. Lastly, he encourages future leaders to seek mentorship, seize educational opportunities, and take on issues that align with their goals and passions.

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Transcript

Daniel Velásquez: Yo soy Daniel Velásquez. Estoy aquí con Luis Olivieri-Robert quien es el Community Relations Analyst, o Analista de Relaciones Comunitarias de la Ciudad de Raleigh, y hoy fue miércoles abril 3 del 2023. Luis, muchas gracias por sentarte conmigo y compartir tu historia.
Luis Olivieri-Roberts: Gracias Daniel por tu presencia y esta oportunidad de compartir un poquito de mi historia de vida.
DV: Gracias, bueno empecemos con lo básico. Cuéntame sobre tus antecedentes personales, en general donde naciste y creciste etc.
LO: Bueno nací de mi madre y padre en Puerto Rico, Carolina, Puerto Rico en el año ’62. Mi padre entonces era pastor bautista en Rio Grande, un municipio al oeste de San Juan. Pero mi madre tenía su médico personal en Carolina, por lo cercano, y ahí nací en una clínica privada, una oficina. Ahí estuvimos hasta dos años y de ahí entonces fuimos a--. Bueno, me trajeron a Boston. Mi papa era pastor de obreros migrantes en esa época. Ahí fui muy influenciado por todas las ideas de Martin Luther King, y a los dos años, año y medio, regresamos a Puerto Rico, y ahí es donde estuve prácticamente hasta que me fui a hacer una segunda maestría en Florida State en el año ’86. Pues básicamente puedo decir que sí, nací en Puerto Rico, me crie en Puerto Rico, aunque esas experiencias de Boston de buena manera todavía recuerdo algo bien leve. Viajes que hacíamos frecuentemente ya en mis años ocho hasta los quince años, todo eso me ayudó mucho, pero nací en Puerto Rico, me crié ahí y ahí prácticamente hice mis estudios de escuela elemental, secundaria, o el kínder. Elemental, secundaria, la escuela superior y mis estudios de bachillerato, como decían en Puerto Rico “undergrad,” también los hice en Puerto Rico, y una primera maestría en estudios de Puerto Rico y el Caribe.
DV: En Puerto Rico la primera maestría--.
LO: Sí.
DV: ¿Y luego la segunda fue en Florida?
LO: La segunda, bueno termino los “undergrad” en los ’84, hago esa primera maestría en centro de estudios avanzados en San Juan en el ’84 a ’86, y en Florida State el ’86 hasta el ’88. En esa época trabajé un tiempo de maestro “part-time,” pero era estudiante. No tomé básicamente una pausa sino que quería hacer la maestría. Mi padre estaba haciendo un doctorado en Florida State desde el ’84. Se fue un año a hacer su residencia, y cuando ya terminamos entonces yo llego a hacer esa maestría que ya terminé para el ’88. Después hice otros estudios acá en NC State. Hice una maestría en español, 2004, 2006, y después completé una maestría en educación en el 2010, enfocada en educación de adultos, también en NC State. He hecho certificados graduados en teología aquí en el Southern Baptist, Gordon Conwell, ambos online. Y ahora estoy en “doctorate” en teología, hay un interés especifico por ese tema: iglesia y sociedad. Pero sí, en pocas palabras soy puertorriqueño y llevo aquí ya prácticamente veintiún años de mi vida. Llegué casi a los cuarenta a North Carolina y mis hijos básicamente crecieron aquí. Llegaron a los seis y a los once. Ya tienen veintinueve y treinta y cuatro, pero siguen sintiendo mucho por, pues por México y Puerto Rico, somos una familia combinada o mezclada, “borimex” como decimos, ¿no?
DV: ¿Y que finalmente te trajo a Carolina del Norte entonces?
LO: Mira, en el ’95 supimos que mi suegra tenía un primo que estaba aquí en Carolina del Norte. Era misionero metodista, ya tendría, para esa época, unos setenta años y seguía activo. Y entonces la invitó a venir para que conociera y mi suegra vino en otoño y le encantó el otoño, los colores todo eso. Regresó fascinada ella. Estuvo con nosotros en Puerto Rico ayudándonos con los niños porque ambos trabajábamos en la universidad tiempo completo. Y este--. Pues recuerdo que volaron de San Juan a Raleigh. Había un vuelo directo de American, y estuvieron aquí creo que una semana. En esa época Raleigh era un “hub” de American, y por eso ella voló directo. Y le encantó, y vinimos entonces, en diciembre de ese año ’95. Vinimos de visita. Ya estaba aquí un cuñado mío con su esposa y sus hijos. Mi tío los había invitado a venir y habían conseguido un trabajo. Tenían visa, pero eso era todo. Cuando la visa se expiró se supone que regresarían a México. Nunca regresaron, obviamente. Aquí nació su tercer hijo de mi cuñado, uno de mis cuñados, entonces mi tío pues lo apoya. Viene su esposa con los hijos. Interesante porque la esposa hace un video que tenía una parte cómica. Envía el video a un concurso que había en México de “funny home videos,” como videos cómicos, y gana el segundo premio.
DV: Wow.
LO: Nacional. Y con el dinero que le dan, y le regalan una VHS que era la más moderna, en ese momento era la “state of the art.” Con ese dinero compró los pasajes y vienen acá y hasta el día hoy. Mi cuñado murió, pero ella sigue aquí y los hijos han crecido y hay nietos. Pero por ahí viene esa conexión con el estado. Venimos ese diciembre ’95 y nos toca vivir la experiencia del “Big Blizzard,” una tormenta que hubo bien fuerte.
DV: Wow.
LO: Íbamos en autobús a ver unos amigos en Missouri y nos toca manejar. Yo por primera vez manejar en la nieve. Lo que hice fue que me fui detrás de los “trailers” para que ellos fueran limpiando la carretera y yo detrás a una distancia aceptable. Nos tocó parar a comer en un Sonic, creo que era a las dos de la mañana, estaban sirviendo. La muchacha salía y la temperatura yo veía está en cinco grados y esta está sirviendo afuera. [Laughter]. Pero es su trabajo, imagino. Entonces por ahí vino esas primeras experiencias con Carolina del Norte. Regresamos a Puerto Rico y en el 1999, 2000, mi suegra le dice a mi esposa, “¿oye porque no vamos un año a Carolina?” Ya estaban aquí dos cuñados, había más familias que se habían establecido aquí en un condado rural de la frontera con Virginia, Rockingham County. Y yo le pregunté a mi esposa, ¿pues si quieres váyanse ustedes un año adelante, no? Viven la experiencia y yo voy a estar yendo cada vez que tengo una oportunidad. Y en el 2000 ya empiezo a hacer los planes para venir. Empiezo a enviar solicitudes de trabajo, más de veinte. Hasta que una que envié a la Ciudad de Raleigh, ahí me invitaron a entrevista. Vine una vez a entrevista, vine a una segunda, y en esa segunda ya se me ofrece el puesto.
DV: No vivías aun cuando estabas--.
LO: No, todavía la primera entrevista estaba en Puerto Rico.
DV: ¿Y todavía ejercías en la universidad?
LO: Sí, recuerdo que estaba chequeando los emails de estudiantes y en eso entra un email de Raleigh y yo qué loco, ¿no? Dice, “puedes venir a una entrevista tan pronto como puedas,” y yo acabó de estar allá la semana pasada porque fui a ver a mi hijo, mi esposa, creo que era el receso de acción de gracias o el “Fall break,” pero sí. Y ahí mismo me puse a buscar pasaje. En esa época la ruta era a Greensboro. Era lo más cerca del condado donde vivían.
DV: ¿Cual condado era?
LO: Rockingham, Rockingham County, al norte de Greensboro. Ya para diciembre del 2001 dejo mi trabajo en Puerto Rico. Enseñaba en cuatro diferentes universidades. Dejo la posibilidad de una plaza, ya como dicen “tenure,” una plaza como tal. Un sistema muy politizado y muy complicado, pero yo era el próximo para la plaza. Y conseguí el trabajo acá y empecé el catorce de enero del 2002, aquí en la Ciudad de Raleigh.
DV: ¿Y cuál era tu título en ese momento?
LO: En esa época, cuando llego, estaban buscando alguien que fuera el Latino Liaison, el Enlace Latino. Y la tarjeta que me hicieron, el “business card,” la tarjeta de presentación, decía Human Resources Technician, era la clasificación que existía para el puesto. Obviamente era en un salario aceptable, creo que eran cuarenta mil dólares y dije pues sí. Eso me ganaba en Puerto Rico enseñando en tres universidades. Los beneficios, pues sí, definitivamente fue algo muy atractivo. A los pocos meses, siendo yo Coordinador de Iniciativas Latinas, me ofrecen un ascenso a, era Community Services Specialist, y dije pues sí. Y eso implicó un ascenso también en un aumento en salario. Seguí dirigiendo Iniciativas Latinas, pero se vino alguien que trabajó junto conmigo y ya hicimos un equipo. Y hasta así ha sido prácticamente hasta hace los meses atrás. Éramos dos personas siempre a cargo de Iniciativas Latinas aquí en Raleigh, educación, promoción de programas, información, contacto con la comunidad, contacto con grupos, organizaciones. Y he visto cómo la población hispana ha crecido en Raleigh. No solo en el estado sino también en Raleigh.
DV: ¿Cómo fue esa transición de trabajar en un ámbito académico, como dices enseñabas en tres universidades, y luego trabajar para la ciudad, para el gobierno?
LO: Bueno algo que ellos valoraron en mí cuando me entrevistaron aquí en Raleigh era primero mi experiencia de educación. Porque se supone que uno iba a planificar o programar talleres o sesiones educativas para la comunidad. Pues, tiene experiencia enseñando, debe saber cómo planificar un currículo, un programa. Número dos, había estado colaborando con mi cuñado en la iglesia siempre que veníamos y yo hacía interpretación. Ah mira, conoce los dos idiomas puede interpretar también. Y en un momento dado en la ciudad era básicamente uno de los pocos que podía hacer traducción porque conocía el idioma. Eventualmente cuando estudié en NC State estudié un curso de traducción y eso también le dio más valor a mi destreza. Pero sí fue un cambio en el sentido de que en la academia uno tiene que buscar cuando hacer publicaciones, eso es lo que te da los ascensos. Cuando hacen la conferencia de presentación, sí, bueno, es padre, pero eso no te asegura acenso en rango. Era un ambiente diverso en el sentido de ideas, de formas de pensamiento. Aquí me vine a tocar con un ambiente diverso, pero en cuanto a orígenes; mexicano, guatemalteco, salvadoreño, entonces nunca me había expuesto a una diversidad en un mismo lugar. Me había expuesto a la diversidad porque viajaba a diferentes países con mi familia. Entonces fue algo bien único y contrastante quizás. El poder ver a Puerto Rico desde afuera. Ya había tenido esa experiencia cuando me había ido a estudiar a Florida State. Veo a Puerto Rico desde afuera, una experiencia completamente diferente. Estaba comprometido políticamente con la independencia y con el ambiente, defensa del ambiente. Y todavía creo que sigo muy con eso. Entonces ver ahora a Puerto Rico desde Carolina del Norte también son otras experiencias. Pero sí, como tú dices, fue un contraste de trabajar con estudiantes y con colegas profesores a trabajar con una comunidad diversa. No solamente el origen, pero también la preparación académica. Gente con grados profesionales, gente con educación universitaria. Gente con quizás apenas tercer, cuarto grado, o nada. Gente que escribe y lee, gente que no puede escribir quizás, o no ha aprendido a escribir, pero para eso tienes que tener una mente y un corazón bien abierto. Y eliminas todo tipo de prejuicio, supera las diferencias en deporte. El soccer, el balompié. [Laughter]. Tienes que superar esas diferencias a nivel de CONCACAF para poder ponerte a que estás hablando con gente como tú, es por encima de diferencias de países.
DV: Cuéntame de algunas de tus experiencias profesionales o de liderazgo previas. Algunos detalles que quieras contar.
LO: Mira, haciendo memoria recuerdo que quizás de las primeras experiencias de liderazgo como tal en Puerto Rico sería con la juventud, se llamaba la Unión de Jóvenes Bautistas de Puerto Rico, era una unión nacional. Yo estaba en el distrito este, que era San Juan y la periferia, la capital y periferia. Ahí llegué a ser vicepresidente de la unión. En mi iglesia local éramos un equipo de liderazgo que planificamos el plan de trabajos, retiros, campamentos, excursiones, diferentes temas, ya fuera que lo hiciéramos nosotros o invitáramos a alguien. Pues esa fue otra experiencia de liderazgo que recuerdo. En el año ’90, como parte del comité del Día Del Planeta, era la primera vez que en Puerto Rico se hacía una celebración oficial del Día Del Planeta, el “Earth Day.” Eso es algo que no se había hecho antes. Antes se habían hecho quizás algún tipo de manifestación o protesta en defensa del ambiente. De los años ’70 por lo menos que yo recuerde. Mi papá me llevo a una en el ’71.
DV: ¿Siempre te ha interesado el tema del ambiente?
LO: Si, no--.
DV: ¿Específicamente de Puerto Rico?
LO: Bueno en general la tierra, los recursos naturales, la tierra como parte de la creación, pero también como compañera tuya de tu vida. No vivimos en el espacio, estamos en un planeta y creo que eso ha sido parte de su influencia. Vengo de familia que siempre ha cosechado algo. Café comercialmente pero también en su casa siempre ha habido siempre una huerta. Siempre hemos tenido algo, aunque sea orégano y cilantro, pero algo que hay que cultivar. Esa experiencia con el planeta tierra que mi esposa también estuvo muy activa también fue tipo de liderazgo. Juntar artistas, músicos, grupos activistas, y reunir cinco mil personas. Pensamos que fue un éxito siendo una primera vez que se hacía, en un parque de la capital, Parque Luis Muñoz Marín. A nivel político estuve activo con el partido independentista puertorriqueño del ’80, que fue mi primer voto. Pero mi padre pues ya, y mi madre--. Ya me habían enseñado esa conciencia y compromiso por la patria. Mi padre había estado activo en el ’73 en la lucha contra la presencia de la marina de guerra en la Isla de Culebra. Recuerdo que van a Culebra, él nos cuenta después, establecen una capilla en lo que era la Playa Flamingo, que en esa época era una playa ocupada por la marina, era territorio que no podías pasar. Hoy en día es unos lugares que más la gente visita en Culebra, se ha rescatado para el uso del turista y el local también. Mi padre regresa el sábado porque el domingo tenía que reportarse en la iglesia, era el pastor de la Iglesia Bautista de la Capital de San Jan, y ese día los arrestan a los que quedaron en el campamento. Y estuvieron tres meses presos. Entre ellos Rubén Berríos y Luis Rivera-Pagán que eran líderes del independentismo y muy conocidos. Entonces con el PIP, cuando comienzo a hacer mi primer voto en los ’80s, siempre estuve involucrado en algunos eventos que se hacían en defensa de la tierra, cuestiones ambientales, la cuestión de la lucha contra lo nuclear en los ’80s fue muy fuerte. Habíamos de los que estábamos--.
DV: ¿Las armas nuclearas?
LO: Si las armas nucleares, exacto. Y también la construcción de plantas nucleares o incineradores, que es algo que siempre hemos combatido. En la escuela fue un tipo de arco diferente. Yo era parte de la juntilla. La juntilla eran los que faltábamos a clase y nos íbamos por ahí a--. Como decíamos a pasar el rato, no a una esquina. No era exactamente positivo, pero sí creo que fue también oportunidad de cómo crear comunidad en sentido de pertenencia. Fui líder quizás en elemento deportivo, siempre estuvo activo como atleta de pista y campo, la pesa, el disco, la jabalina, todavía lo sigo haciendo a mi edad. Grupos de teatro, el coro, siempre fui como la figura a mirar o a criticar. Este es el que canta, es el hijo del músico. Dios te lo dio, no te lo va a quitar, como diría la gente. Entonces son diferentes experiencias que creo que me ayudarán. En la universidad estuve activo con grupos de lucha. En una época se quiso aumentar la matrícula de los estudiantes, el costo de estudios, de “tuition,” y ahí estuvimos activos en la huelga en el ’81, tuvimos que enfrentar la policía, a la fuerza de choque, la “riot police.” Y recuerdo que salí en primera plana de todos los periódicos el siguiente día. Hay una foto que tomaron, alguien. Se hicieron libros sobre ese evento. Pues son experiencias que no me arrepiento, al contrario, me reafirmo en todo lo que he hecho y dicho. No siempre es bueno, pero creo que todo eso me ha ayudado. Por un lado, a tener postura, a tratar de compartirlas con otra gente, a llevar mensaje, e ir rompiendo quizás con algo que yo pensé que de pequeño que yo era, tímido. Ósea, realmente creo que eso ha ido desapareciendo.
DV: Pues con todas estas experiencias no suena como que en realidad eras tímido.
LO: ¿Verdad, verdad? La gente cambia, la gente cambia, yo creo que ciertamente.
DV: Okey, bueno, y desde el 2002 como ya has dicho has sido el Analista de Relaciones Comunitarias aquí en Raleigh. Cuéntanos como--. Ya nos contaste como surgió el puesto, pero cuéntanos algunas anécdotas o hechos destacados de esta labor importante que has empeñado ya desde hace tantos años.
LO: Sí, bueno del 2002, enero catorce 2002, trabajo con la Ciudad de Raleigh. Nunca he estado, digo, tanto tiempo en un mismo lugar de trabajo. La educación, comencé a enseñar del año ’84 que hice mi práctica de maestro, y siempre estuve enseñando. Y afuera en una escuela, o la escuela de lenguas Berkley trabajé un año, maestro de español. De paso eran estudiantes agentes del FBI, bien interesante. Una de las agencias que quizás han sido más polémicas a lo largo de la historia de los Estados Unidos. El FBI, pero esa sería otra historia, otro proyecto. Pero sí, en Raleigh desde el 2002, ¿que contarte? Pues tantas experiencias, la gente que he conocido de diferentes países, las comunidades. Esta mañana habla por teléfono a, digamos que se llama Cecilia, vive en una comunidad aquí en Raleigh, son personas indocumentadas o no visados, pero quieren estar activas en su comunidad y quieren organizarse y yo: “¡tremendo!” Ósea, donde vives ahí tú quieres brillar y el problema que tienen ellos es de seguridad. Entonces quieren instalar luces solares para que se vea de noche. Pues dije vamos a ver cómo podemos financiar eso y lo juntamos con una celebración de comunidad. Es un vecindario que es bastante diverso. Ahí hay hispanos latinos, hay árabes, hay africanos. Dije, tiene una oportunidad tremenda para que celebren las luces de seguridad, pero también la cultura y la diversidad que ofrecen. Entonces, eso es una experiencia bien bonita. En una época, los sábados trataba de organizar limpiezas con los niños de alguna comunidad. Pues traía los chalecos yo, traía las bolsas, traía los “pickup sticks” para recogerla a la basura, guantes, y hacíamos dos horas de limpieza y después traíamos la máquina de palomitas. Y ahí a celebrar lo que habían hecho. Esas son experiencias también muy bonitas. Organizar el festival Viva Raleigh, y ahí tengo que darle crédito a la compañera Aracelys Torrez que estuvo conmigo casi doce años.
DV: ¿Compañía qué?
LO: Compañera Aracelys Torrez.
DV: Ah.
LO: Está todavía con la ciudad, pero está en otra oficina. Una historia también bien bonita. El festival Viva Raleigh que llegamos a reunir cinco mil personas en diferentes lugares que se hizo entre 2008 y 2019. La experiencia de crear un currículo educativo para que la gente conozca del gobierno local. Se llama Raleigh Neighborhood College y ahora en español también lo tenemos como el Curso de Gobierno Local, y se ofrece tanto virtual como presencial. Ahí traigo utilizando la experiencia de educación, de diseño de currículo, educación de adultos. Yo creo que todo lo que uno aprende a través de su vida lo va a utilizar en diferentes momentos o a veces se encuentra utilizando todo simultáneamente. Todo eso que has aprendido ya sea conocimiento o destrezas.
DV: Cuéntame acerca de ese proyecto, del Neighborhood College.
LO: Bueno, el Neighborhood College, la idea la trae una compañera Kira Steward en la primavera del 2002. Ella viene de Hampton, Virginia y había visto que Hampton tenía este tipo de programas para que la gente aprendiera sobre el gobierno local. Y la idea es que la gente aprende sobre el gobierno local y luego se involucre a nivel de vecindario, o de manzanas si quiere más pequeño. O que participen en las juntas locales, los “boards” o “commissions,” ya sea a nivel de ciudad o de condado o del estado. Entonces adoptamos ese programa, le dimos la forma Raleigh. Creé un currículo con diferentes departamentos, al principio eran creo que ocho semanas. Hacíamos un tour por la ciudad el sábado y la semana siguiente era la graduación, se daba un certificado. A través de los años—ya vamos veintiún años con este programa—el currículo se ha ido expandiendo. Ahora son doce semanas. Estamos actualmente corriéndolo, ahora mismo. Virtual por las mañanas y en persona por la noche. Son doce semanas, no hacemos el tour ya, pero hacemos visitas al centro de adiestramiento de los bomberos. Y ahí conocen todo el equipo, ven una actuación de un incendio. Con los policías igual, vamos a un lugar y ahí conocen el staff, conocían equipo de explosivos, la unidad canina, la unidad montada a caballo. Hemos hecho un tour diferente. Hemos graduado quizás más de seiscientas personas. Algunos han llegado a ser concejales municipales. Algunos han sido inclusive representantes en la legislatura estatal. El programa español lo comenzamos en plena pandemia. Hemos graduado ya a quince y la idea es, pues, darle quizás más mercadeo, más promoción y que haya por lo menos diez estudiantes ya sea virtual o en persona. Y claro, llevamos con la intención de que se active esa comunidad y si es posible que sean voluntarios—cuando hacemos eventos a veces hace falta alguien que se conecte con la gente o que explique nuestros problemas, ahí pueden ser también voluntarios. Mi idea es, antes de terminar mi trabajo en mi tiempo aquí, dos años más, es crear un premio al voluntario del año, ósea el voluntario latino-hispano, de habla española. Sí que eso es algo en pensamiento. Pero este programa nos ha permitido inclusive ganar premios nacionales, el de Neighborhood College. Tenemos una academia también de liderazgo comunitario, eso vamos a empezar en el otoño en español. Esas son--. Es más corta, son seis semanas. Pero otra vez la idea es que estás aquí, ya tú vienes con una destreza, con un conocimiento, con unas ideas, con unas experiencias; vamos entonces a darte ahora más herramientas para que donde estés, donde vayas seas un elemento positivo en tu comunidad, en tu vecindario.
DV: ¿El Neighborhood College sigue en inglés y en español hoy en día?
LO: Estuvo en inglés hasta--. Bueno, y todavía, ¿no? Y el español lo comenzamos en el 2021, en plena pandemia, que es el Curso de Gobierno Local. Al principio le llamé taller, pero taller para muchos es como el mecánico.
DV: Sí.
LO: Entonces puse Curso de Gobierno Local. La idea es tratar de fusionarlo con la academia de liderazgo. Que sean diez semanas tocando departamentos básicos, con los departamentos con los que la gente más interactúa: policía, bomberos, agua, recreación, desperdicios sólidos. Nosotros que somos, tenemos que ver con vecindarios, con participación del ciudadano, cívica, y siempre la clase inicial es para que conozcan que es el gobierno de la ciudad y el condado. Que es lo que al fin de cuentas uno más contacta cada día. Ósea, lo que más impacto tiene en tu vida a diario es tu ciudad, las ordenanzas municipales. ¿Quién te recoge la basura? La ciudad. ¿Quién te provee agua? La ciudad. ¿Quién te aprueba la biblioteca? El condado, usualmente. ¿Las escuelas? Condado o ciudad. Depende de donde estés. Pero nos extraña a veces que es muy poca gente que conoce el gobierno local y mucha menos gente participa en elecciones locales. Un diez, un quince por ciento como mucho, de los electorados inscritos participan en elecciones municipales. Entonces creemos que este programa puede ser también una forma de que la gente, no digo que voten o no voten, pero que conozcan la importancia de participar en esos procesos o estar al tanto de que implican.
DV: Bueno y después de veintipico de años también debes de tener otras anécdotas u otros proyectos de los cuales nos puedas contar.
LO: Bueno anécdota, quiero compartirte dos anécdotas cómicas, pero también serias.
DV: Okay.
LO: Una vez me llamó una señora y me pregunta sobre alguno de nuestros programas en inglés. Y yo le contesto—esto es muy temprano en mi trayectoria aquí—y al final de la conversación me pregunta en inglés: “are you from Austria?” Y le digo: “no, I’m from Puerto Rico.” “Oh, because you sound like Arnold.” Y yo: “ya?” [Laughter]. Sueno como Arnold Schwarzenegger, bueno no sé, eso siempre se me ha quedado. Es como una experiencia--. Digo, no creo que lo haya hecho ella con mala intención. Pero, siempre me pareció algo cómico. Otra un poquito más seria. No me pasó a mí personalmente, pero estaba presente cuando llamaron a Aracelys. Estábamos organizando el festival Viva Raleigh, no recuerdo que años era, si 2008, 2010, o ’12. Y alguien la llama en inglés, una voz masculina diciéndole que porque hacen esta cosa para esos inmigrantes indocumentados, y que sé yo, que debería darles vergüenza y yo dije tómalo como de quién viene. De frente no es feliz, así que tomalo como alguien que no es feliz y no temas, no tengas miedo. Sabemos que no toda la gente apoya este tipo de gestión, este tipo de labor. Así que--. Ósea, son experiencias que recuerdo. Como te dije, cómicas, pero a la vez serias, ¿no? El poder conocer gente de origen bien humilde, gente que llega aquí buscando, como dicen muchos, algo mejor para mis hijos, para mi familia, mucha gente habla del sueño americano. Yo como historiador, y tú también estás en esa trayectoria, en el gremio, todavía cuestiono mucho que es esto del sueño americano. ¿Es un producto de Hollywood, es un artefacto en un concepto académico o es una mentira? ¿Es una noción que viene del ’50 de la posguerra y queremos reproducir que cada cual tiene su casa tiene, tiene su carro, todos son felices, o realmente el sueño puedes vivirlo en cualquier lugar? Entonces es un tema que obviamente sería bueno para un debate y quizás un café o una cerveza. Pero sí, me encanta que la gente venga, se supere, si pueden aprendan el idioma porque eso te da más herramientas, te da más seguridad. Aprovecha cuánta oportunidad hay. En estos últimos dos años el transporte público aquí en Raleigh ha sido gratis. El regional, los autobuses de Triangle Transit, han sido gratis. Pues mira, no te expongas a manejar sin licencia. Si el transporte público te ofrece una opción para llegar a tu trabajo, prejúzgalo y no te expongas a manejar sin licencia y una posible multa y la corte. Y en algunos casos inclusive cosas más trágicas como una deportación. Y todo esto se lo comparto a la gente. La preocupación que tenemos con los adultos mayores, trato de que en Raleigh haya más conciencia de los adultos hispanos. No solamente a la ciudad sino también a parques, recreo, y la misma comunidad, que sepan que aquí estamos y que queremos ser el primer, principal canal de información para quien quiera que venga a vivir a Raleigh. Una muchacha me contactó de Puerto Rico por Facebook a través de una de estas redes de boricuas en Carolina del Norte, algo así, y está a punto de mudarse. Pues he estado comunicándome con ella cada cierta frecuencia. “Hey, ¿cómo estás? ¿Cómo está el proceso?” “No, pues estoy buscando trabajo, no pues estoy buscando vivienda.” Entonces viene con una niña pequeña, mira pues aquí está este contacto para que te ayude con quizás la cuestión de las escuelas o los cuidados para niños, el “day care.” Eso me da mucha satisfacción, poder ayudar a la gente, informarles y, pues, otra vez lo que tengo no es mío. Lo hago mío cuando lo comparto. No sé si hay alguna otra experiencia, pero son veintiún años.
DV: Bueno, que—hablando de Facebook, ¿qué otros métodos usas tú para, como decimos en inglés “outreach,” para llevar el mensaje, para llevar todo esto? Dices que lo que no tienes pues yo lo comparto, ¿cómo lo compartes?
LO: Si, bueno en los primeros años que llegamos hemos visto como la tecnología ha ido cambiando. Antes era básicamente llevar volantes, los “flyers,” a los negocios, estar presente en cada festival o fiesta que había. Si había una celebración de un grupo particular, puertorriqueño, dominicano, colombiano, venezolano, tratábamos de estar ahí presentes. Y que ya conocieran un rostro y una persona, un nombre. Últimamente ya hemos utilizado más el Facebook, tenemos una página digamos no oficial. Se llama “Viva Raleigh North Carolina” que la creó Aracelys y yo la sigo utilizando, ahí ponemos información. Tiene un alcance de más de mil quinientos. Comparto con otros grupos que sé que existen, boricuas en Carolina o mexicanos en Carolina o Latinos en Raleigh, y eso de alguna manera llega a la gente. Recuerdo que no hace mucho una iglesia, una organización, estaba regalando comida y compartí el volante de ellos y fueron seis mil visualizaciones. Yo dije, la gente tiene hambre y era en plena pandemia que alguna gente quedó sin empleo o vieron sus horas reducidas, y cualquier oportunidad de conseguir una comprita, como hicimos una despensa gratis. Pues yo recuerdo seis miles, y wow, yo espero que tengan comida suficiente porque la gente iba a llegar. Y era un día específico o era específico así que dije, mira--. Ellos me preguntaban “hay que hacer hora para esto,” “y mire yo nada más te estoy compartiendo información cualquier cosita llame ahí, pero apúrese porque imagino que va a ver mucha gente.” Y eso me hace satisfacción. Usamos el Facebook, estamos ya la página de la ciudad tratando de hacerla más amigable, más diversa en cuanto a gente pueda bajar documentos, pueda bajar manuales. Estamos ahora mismo con UNC en el Language [Access] Collaborative asegurarnos de que todo lo que es vital y necesario que la gente conozca y sepa, esté en su idioma. Y ese es un proyecto que, me invitaron a ser parte de este grupo, Aracelys precisamente, y Sue Ellen, compañeros en Raleigh. Y pues sí, voy a tomarlo como algo para mis últimos dos años con la ciudad. Ese es un proyecto que estoy trabajando ahora mismo y con este grupo hemos comenzado la propuesta para crear historias de vecindarios, el Neighborhood History Project. Aquí en Raleigh hay vecindarios históricos como Boylan Heights de 1907, que tienen una trayectoria histórica y en su website tienen ya todo, publicaciones y fotos. Method Road es vecindario histórico también, estuvo la primera escuela para negros en Raleigh y todavía está allí parte del edificio en Method. Ellos tienen un grupo que se reúnen cada cierto tiempo y comparten historias y hacen unas presentaciones. Queremos apoyarlos para que eso vaya más allá de fotos y exhibiciones, puedan hacer publicaciones o inclusive un proyecto de historia oral que no se ha hecho, vamos entonces a ver, porque una vez se mueren o nos morimos, todo eso se va, se pierde. Y por eso es tan importante que todo esto lo comparta uno con sus hijos con sus nietos. Yo le comparto a mis hijos lo bueno y lo no tan bueno lo que hice. Para que vean. Porque siempre dios te cuidó, te protegió, pero tuviste que aprender a veces a cantazos, ¿no? Así que ese es otro proyecto que tengo en mente ahora, la historia de vecindarios. La idea es poder darles unos criterios o unas ideas pero que ellos produzcan los que quieran, sea eso historia oral, sea una publicación, quizás un calendario con fotos de lugares históricos a través del tiempo de su comunidad. Hay fondos para eso que podemos ofrecerles, es un incentivo. Y lo tercero sería llevar los programas de educación cívica, el Neighborhood College, el Curso de Gobierno Local, a un próximo nivel. No sé qué sea eso, pero actualmente aparte de los cursos los estudiantes hacen un proyecto, o diseñan un proyecto para su comunidad. Pues cómo llevar eso a un siguiente nivel, me quedan dos años para eso. Y claro cuando me vaya, dejar alguien o dejar a un equipo que no solamente haga el alcance al español sino reconociendo la diversidad que hay en Raleigh. Por ejemplo, tenemos español, tenemos inglés obviamente pero ya hay chino mandarín, hay coreano, hay swahili, hay alemán, entonces cómo podemos hacer que Iniciativas Hispano-Latinas, que es como se llama ahora, pues se convierta en un tipo de iniciativas multiétnicas o multilingües o multicultural, que es un concepto quizás muy utilizado. Ver cómo podemos ampliar ese alcance. Yo hablo un poquito de francés, pues hicimos un evento en una comunidad en Peach Road hace como dos meses y ahí estaba batallándome con una señora de una nación africana con lo poquito de francés, porque compartíamos el francés. Ella swahili, yo el español, pero el francés era un idioma en común. Una compañera mía ahora mismo, Jayna, habla alemán y francés. Y le dije, “Jayna tenemos que empezar a utilizar eso.” Ese francés y alemán que es su idioma nativo, o vernáculo, y cómo podemos identificarlo. Y ya sea publicaciones o videos cortos que hagamos y aquí entraría entonces otro canal, el YouTube o el Vimeo. Qué fácil es compartir un enlace y la gente lo ve. Videos yo digo no más de cinco minutos, y si es para un evento treinta segundos debe ser suficiente.
DV: Bueno, ¿y algunos retos que has tenido en tu trayectoria hasta hoy?
LO: Mira, siempre me ha llamado la atención, y no créase que me ha molestado, pero cuando quizás no pronuncia una palabra bien en inglés y la gente me dice “¿qué dijiste, esto?” Qué sé yo. En vez de piso entendieron que dije pito. Eso siempre me ha llamado la atención, ¿por qué me corrige de esa manera? No sé, eso siempre me ha parecido algo como que incómodo. Y ahora en estos tiempos sería algo que tú puedes quejarte con recursos humanos. Por toda la cuestión de diversidad e inclusión que me parece que es muy positivo de mucha manera, eso siempre ha sido algo interesante que he sentido. Un reto quizás también ha sido el mantenerme motivado. Con todo lo que uno ve que pasa en el mundo, y creo que el mundo siempre ha estado en guerra, pero me parece que en esta época estamos sintiendo más esa presión de conflicto entre naciones. Que si los rusos, que si los chinos, que si Taiwán, si Estados Unidos. Eso me hace pensar, bueno cómo puedo mantener a una gente animada, estimulada, con la pasión de activarse en su comunidad, de dar sus talentos, de manifestar su pasión, cuando la sensación puede ser de un mundo que cada vez está peor. O que la violencia cada vez está más rampante. Este es un país donde tuvimos el año pasado 650 “shootings.” Estamos hablando de por lo menos dos por día. Y cuántas vidas se perdieron en esa--. Se me escapa la palabra ahora, no fueron matanzas, pero siempre hubo muertos. Hay partes en ciertas ciudades donde toda la noche la gente duerme con disparos como trasfondo musical. Entonces, cómo mantener la gente motivada, estimulada, a pesar de que eso está ocurriendo. O cómo podemos ser agentes que provocamos el cambio en ese sentido. Y claro, cada mañana a despertarte sabiendo que vas a trabajar ocho o diez horas, que tenías que tomar el camión o manejar tu auto. Obviamente Luis no es el mismo ahora a los sesenta y un años casi, que era a los treinta y nueve y que era a los veintiunos. Pero creo que hay algo que tengo que se ha--. Que ha permanecido, y es siempre el tratar de ver el lado jocoso a las cosas, el lado feliz, el lado contento. Superar cualquier prejuicio que haya tenido, cualquiera mala concepción y aquí voy a hacer una confesión. Para mí los hindúes eran gente que era muy creída. Yo veía a los hindúes y me parecían gente creída. No sé por qué razón sea. Pues la vida, dios, me permitió que tomando el autobús conociera mucho, muchos hindúes que se suben en RTP porque van para Durham o van para Chapel Hill, como tomo el autobús, y que muchos han sido amigos míos eventualmente. Y más extremo aún que mi sobrina en México, su esposo, y a quienes case en una ceremonia en México hace ya dos años, sea hindú. Entonces yo creo que dicen: al que no quiere caldo le dan dos tasas. Pues, creo que eso es algo--. Me enseñó que no debes tener malas impresiones de la gente independientemente del origen nacional que tengan o la impresión que te causen. Hay que superar eso y creo que eso es algo que es todavía como mundo y como país tenemos que superar, y creo que si pudiéramos superar es—y ahí la clave es el amor—creo que veremos muchos cambios inmediatos. Y un tercer reto, me preocupa mucho el manejo de la basura o desperdicio, la apariencia que a veces vemos en la calle, en las ciudades. Siempre he dicho, y esto lo aprendí de uno de mis supervisores, si la gente utilizara las tres p: “pick up trash,” recoge la basura, “plant some flowers,” planta unas flores, y pinta las paredes, “paint the walls,” ves el cambio inmediato. Eso me gustaría poder promoverlo en mis comunidades, en la misma propia mía, en donde vivo, en Durham, y dondequiera que vaya, que podamos recorrer la basura, plantar flores, y pintar las paredes. Un problema grave en muchas ciudades, lo he visto aquí en Raleigh, lo he visto en Durham, y en San Juan, Puerto Rico, es el grafiti. Y lo he visto en México, Ciudad de México. ¿Sabes cuál es la clave?a para el grafiti? No puedes dejarlo. Si lo dejas, estás invitando a que vengan más; grafiti tienes que eliminarlo. ¿Y cuál es una alternativa bonita? Haz murales. Murales que cuentan la historia de la comunidad, la historia del vecindario, la historia del país, o un personaje en particular, y el grafitero, digamos no legal, respeta el mural. Eso es algo que he visto.
DV: ¿Has tenido proyectos con murales aquí en Raleigh?
LO: Con los fondos oficiales hemos auspiciado murales en el Peace Street. Eventualmente un cambio de dueño de un negocio, el mural desapareció. Pero algo que estamos promoviendo ahora con fondos para los vecindarios: ahora se hace mucho el pintar con tiza en la calle, el “street chalk painting,” que no perdura para--. No dura para siempre. Al primer aguacero ya desaparece. Pero, otra vez, es forma de relatar historia o de lo que en ese momento el niño, la niña, o el joven, adulto quiere compartir, pues ahí lo armamos. Y definitivamente el arte, la cultura, la música. Vengo de una familia musical, definitivamente es tan necesario como el agua y el sol.
DV: Bien. Y bueno, ya me has hablado de tu educación y de tu formación, y que muchas de estas experiencias te han llevado a aprender y a tener otras experiencias parecidas. ¿Cuáles dirías que fueron los factores que más te ayudaron al largo del camino? ¿Otros factores, como ya dijiste que aprender de tus propias experiencias?
LO: Bueno, definitivamente mis padres ambos fueron educadores, mi papá fue ministro bautista, fue director de coro, reconocido en América Latina y en gran parte del mundo, América y Europa. Mi madre fue maestra de escuela y de universidad. Mis abuelos, pues igual. Los que no fueron pastores fueron educadores. Siempre tuvieron que ser como influencias vitales, importantes, como factores a lo largo de mi vida. De mi tío siempre he aprendido también, y mis tías. Pero experiencias concretas como tal, definitivamente el haber este probado la mariguana en la high school yo creo que--. Y haber sido parte de la juntilla que mencione anteriormente. Yo creo que esas experiencias te ayudan a entender qué es ser un estudiante rebelde, o qué es ser un estudiante que quizás la escuela no le interesa o le aburre, porque sucede. Estudiantes que la escuela le aburre y lo más fácil es salirte de ella, desconectarte. Creo que eso fue un factor que me enseñó a ver la vida también desde ese ángulo. El haberme criado con familia musical definitivamente no hay día que pase sin que me levante con un tono musical en la mente, o si estaba escuchando un disco, una grabación, la tengo todo el día. Y eso me ayuda también a tener siempre en la cabeza un pensamiento, una melodía, una letra de una canción, un versículo bíblico. En uno de mis trabajos con voluntarios siempre digo al grupo, a mi audiencia, traten de levantarse con un pasaje bíblico, les digo un salmo, el Señor es tu pastor, y eso mastícalo todo el día como la vaca, hasta que se vuelva líquido y lo absorban. Ósea, ¿qué significa para ti que el Señor es tu pastor? Que te cuida, que te provee. La vida es bella, ¿qué te dice eso a ti? La vida es bella, todo el día tener siempre eso creo que es un factor que me ayuda también a mantenerme animado con vida y estimulado. Yo creo que las experiencias tanto de pequeño en Boston, aunque no recuerde mucho, donde me crie en Puerto Ricos, me crie parte en un seminario donde vivía facultad, estudiantes, esa interacción con niños, con adultos, y con jóvenes a lo largo de mí--. Desde mis cinco años quizás hasta mis veinticinco, creo que es un factor también. El vivir frente a la universidad de Puerto Rico, esa misma época también, fui parte de cuanto encuentro y protesta hubo, hasta que fui parte de ellos activamente en el ’81 hasta los ’82. Creo que misma experiencia de poder viajar por el mundo, parte de América Latina, parte de Europa, Estados Unidos, pues creo que eso te ayuda a abrir tu mente y a poderte comparar—pero comparar para edificar, para construir, no para criticar. Aquí en Carolina ser parte de la junta de directores, el “board” de la biblioteca de Durham, la Biblioteca Pública de Durham, otra experiencia de liderazgo y también me ha ayudado a ver la necesidad de apoyar ese tipo de ambientes, pero también que la gente conozca lo oficioso de tener bibliotecas públicas donde hay libros que no importa el origen de libros, tú puedes tener acceso a ellos. Yo estuve en Cuba y tuve otra experiencia. Y fui a una biblioteca pública allí en Las Tunas, Cuba y obviamente la diversidad de libros era mucho menos, y la temática era muy enfocada a lo que el gobierno quiere promover y defender. Pues hay una diferencia. Ahora el hecho de que algunas bibliotecas en algunos estados estén eliminando ciertos libros porque los temas no les parecen buenos, eso me preocupa. Porque toquen temas de cuestiones sexuales o temas de--. No sé. Cosas que como que chocan, pero no extrañas en un mundo tan diverso como este de mentalidades. El haber sido parte de la junta y “chair” de la junta, o presidente de la junta de las Sociedades Hispanas Profesionales, pues defender programas que promuevan la educación, la retención escolar, becas para estudiantes. Mi esposa y yo actualmente apoyamos una beca para estudiantes que vayan a “community college” a través de la sociedad, y apoyamos una para estudiantes hispanos en NC State. Creemos que es importante, aunque es un poquito, compartir de lo que hemos recibido, apoyar y promover ese tipo de experiencias. Eso también me ha ayudado a cultivar en mí la generosidad. Cuando mi espíritu me dice hazlo o dios me dice dale, no lo pienso dos veces porque sé que ya es algo que esta en mí. El compromiso con el ambiente. Aquí hay una anécdota cómica, mi hija se bañaba cuando tenía como cinco años y guardaba las botellas de shampoo que tenían formas de peces. Y un día yo llego y veo que tiene muchas botellas y que la reciclo y dejo una. ¿Para qué fue eso? Hasta el día de hoy, mi hija tiene ahora veintinueve años y me dice, “¿te acuerdas papi reciclador?” Ósea, no me perdona, digo me perdona, ¿no? Pero no olvida el que le reciclé a sus--. Tenía como seis o siete botellas de shampoo con formas de pescado de diferentes colores y le dejé nada más una. Pero creo que, pues por el lado bueno, ese compromiso con el ambiente, con la defensa de la tierra, con amar la tierra. Me preocupa cuando los jóvenes ya no conocen la tierra. Todo lo que comen viene empacado, enlatado, o procesado y no tiene experiencia de ir a una finca y ver cómo crece una planta de café o un árbol de mango, lo que sea. Esa experiencia de ensuciarse las uñas con la tierra y vivir la experiencia de ver una planta crecer. Me preocupa eso, y creo que hay que fomentar eso en alguna manera. Todas esas experiencias yo creo que--. Experiencias que hemos tenido en mi familia de enfermedad, pues sí, ver eso cuenta como crecimiento. Madurez espiritual, y mental, y emocional definitivamente, los viajes que he podido hacer. Que creo todos esos factores han influenciado. Pero definitivamente creo que la experiencia más fundamental y más profunda ha sido el emigrar de Puerto Rico a Carolina del Norte. Aunque tenemos con fortuna la categoría de ciudadanos americanos, aunque eso es una discusión también, pero definitivamente dejar la tierra que te vio nacer, el clima en el cual te criaste, a mí me encanta estar en pantalones cortos y descalzo. Aquí no siempre puedes estar así. El ver la isla desde afuera. Ver Puerto Rico desde afuera. Como dije, ya lo había vivido en Florida State, y eso me inspiró un poema que ganó premio. Verlo ahora, pues me inspira otras cosas. Mis hijos en un momento dado preguntaban, sobre todo mi hijo preguntaba, “¿y yo qué soy?” Porque este es mexicano--. Mi esposa dice pues tú eres humano de tres mundos. Eres boricua, eres mexicano, y eres americano norteamericano, estadounidense. Nació en México, pero sirve en la milicia entonces tuvo que juramentar y renunciar a su mexicanidad en términos de categoría política. La experiencia de trabajar aquí, pues, diferentes compañeros a lo largo de veintiún años creo que es un factor importante. He aprendido a entender lo que es la mentalidad y el carácter sureño. Ya conocía a otras áreas. El medio oeste, conocía el noreste, pero lo que es el sur realmente te das cuenta de que hay variantes, hay diferencias. A pesar de que Hollywood quiera promoverte una cultura americana única--.
DV: Uniforme.
LO: Uniforme, exacto, a través de los “sitcoms” o la televisión, o vas por las interestatales y todo se parece lo mismo. Tienes que mirar más allá del Walmart y del Texaco para darte cuenta que hay diferencias geográficas y culturales e históricas. La oportunidad de seguir enseñando aquí en Durham Tech, historia de estados unidos e historia mundial, pues verla ahora con otras experiencias, con otras perspectivas, pero también integrando todo lo que traigo de mis años anteriores.
DV: Cuénteme detalles de esos otros proyectos que tienes afuera de aquí, de la Ciudad de Raleigh. Por ejemplo, has enseñando historia en Durham Tech ya varios años, ¿cierto?
LO: Sí. Bueno, comencé en el 2003--.
DV: Has sido pasto
LO: Sí, en Durham Tech empecé en el 2003 enseñando español en educación continua. Cuando termino la maestría en español, entonces voy y llevo mis papeles, mi documentación. Ahí me entrevista Connie Gómez, excelente compañera, una de las vicepresidentes ahora de Durham Tech, y empezó a enseñar español y eventualmente también enseño historia. Sentía que querían hacer historia. Al momento enseño cursos online de historia de Estados Unidos, historia mundial, e historia occidental. Otra vez, trayendo siempre mis experiencias, pero a través de los estudiantes también aprendo. Y me doy cuenta que ahora cuando veo el elenco, o el roster, la lista de nombres tiene estudiantes hispanos, tienes africanos, tienes asiático, algo que quizás veinte años atrás no hubiera avisto cuando comencé en Durham Tech. No había esa diversidad de estudiantes, y yo les pido a ellos por lo menos tres veces al semestre que nos reunamos virtualmente, hacemos una conversación diez, quince, minutos. Creo que es importante esa interacción social, aunque sea virtual o a través de una cámara, y yo creo que aprendemos mucho de ambas partes. Me mantengo enseñando hasta que la mente funcione. Me mantengo investigando la presencia boricua en North Carolina. Un proyecto que llevo ya como 5 años desarrollando. La próxima etapa sería ya historias orales y negocios boricuas en North Carolina, esa es otra área que quiero explorar ahora o más adelante que me retire. La experiencia pastoral, pues sí, como te dije me crie en la iglesia. Tengo una convicción, una fe, no aprendida sino personal. Acá con mi cuñado desarrollamos obras hispanas en Virginia, en Carolina, aquí en Chapel Hill. Tuvimos una obra en una iglesia entrando a Chapel Hill, Grace Church, por catorce años. Ahora mismo no tenemos una congregación como tal, pero tenemos una virtual cada domingo y compartimos mensajes, comunión, música. Enseño online cursos de teología, temas teológicos. Sigo estudiando doctorado en teología, pero también son oportunidades también para alcanzar, y claro compartes una fe, compartes una perspectiva teológica, pero también ves necesidades. Y siempre que he estado con alguien he compartido también cómo puedo de alguna manera, como parte de mi trabajo con la ciudad, apoyar o educar o integrar más allá de la cuestión de la fe, o independientemente de la fe. El trabajo con adultos mayores que es algo que también, por mi esposa, he aprendido a amar y a valorar. Y capellán con los Durham Bulls. Soy el que hace la capilla cada domingo de juego local a los jugadores latinos o que hablan español, aunque a veces me toca hacer las dos. Esa es otra experiencia también de alcance porque son jóvenes que están aquí, aún ya la próxima temporada no están, y mientras están aquí queremos hacerles su estadía placentera y que siempre sientan que tienen aquí alguien que pueda apoyarlos, orar por ellos. Hubo uno que, cuando la pasada temporada huracán, su casa estuvo afectada. Ahí buscamos recoger fondos y enviárselos para que deje su casa y se fuera a en un Airbnb en lo que pasaba todo el efecto del huracán, cosas así. Que también es un tipo de liderazgo pero que no porque tú lo buscas sino porque lo sientes. Sientes tomar iniciativa. Sientes servir, y creo que servir también cuando te sale del corazón. En las comunidades yo digo que uno puede participar de un evento porque de repente surgió, o llegaste, o coincidió que estabas allí y pues ni modo, te toco. Puedes ser voluntario porque te conviene dar la cara o porque tienes que acumular unas horas de voluntario, pues te apuntaste, cumpliste con eso y ya, saliste del compromiso. Pero ya cuando hay, lo que llaman en inglés “involvement,” ósea ya cuando te involucras, ya hay algo de pasión, ya hay algo ahí de que tú tienes algo que dar, algo a aportar. Pero ya cuando te “engage,” cuando te comprometes, ahí está el corazón, de por medio. Eso me parece que todos y todas tenemos la posibilidad de pasar por esas etapas en diferentes momentos, y yo sé que toda la gente, todos—y ahora hablando de hispanos y latinos—tenemos algo que aportar, independientemente del origen, de la trayectoria, de trasfondo.
DV: Pues hablando de esto, de hispanos que tienen mucho que aportar, para concluir, ¿qué consejos les darías a futuros líderes latinos?
LO: Mira, últimos, yo diría 10 años, y algo que sigo practicando, siempre he recomendado a alguien que tenga un mentor. Casi siempre sugiero que sea, si es hombre para que tenga un mentor hombre, sí mujer, mujer. Pues, en términos de que tenemos muchas experiencias en común que quizás no tengo como una mujer. Vaya. O podemos ser más abiertos. No sé, eso se puede interpretar de muchas maneras, pero a lo que voy: tener un mentor. Alguien que tú puedas semanalmente, o quincenalmente, o mensualmente, o quizás por temporada, pues mira, nos reunimos, comemos, tomamos algo o nos encontramos. Pero ayúdame a crecer, ayúdame a entender o compartir preocupaciones, ideas. Creo que es importante que cada cual tenga un mentor o mentora, a veces alguien fuera de familia, a veces alguien en la escuela, en la iglesia, en el trabajo, pero es importante ese mentor o mentora. Otros llaman consejeros, orientador. Me gusta usar la mentoría. Descubrir cuáles son tus pasiones, ósea que es algo que te provoca, que te anima, que te estimula. ¿Es el hecho de que la gente todavía pasa hambre? ¿Son las mascotas abandonadas, los perros o gatitos? ¿Es la gente que no tiene vivienda? ¿La gente que no puede pagar una vivienda porque cada vez es más cara? Cuando yo llegué a Raleigh, aquí había un apartamento de un cuarto, eran quinientos dólares. Ahora son mil trescientos por una habitación, ósea es casi el triple, y el salario mínimo ha aumentado un dólar cincuenta centavos. ¿Eso es una “mofa,” no? Pero eso sería otra discusión, otra cerveza, otro café. Descubrir tus pasiones, ósea que es aquello. Procurarte cuantas oportunidades tanto tengas de educación, ya sea un curso de un día, ya sea una conferencia, alguien que vas a escuchar que va a hablar, cursos formales, ya sea un curso de un semestre de un año, la opción de ir a la universidad o colegio comunitario, creo que es importante. Ósea, mantenernos constantemente, educándonos en sentido formal. Yo he dicho, la vida es un proceso constante de aprendizaje. “Life is a long--.” Se escapa ahora en inglés como es que digo, pero la vida es un constante aprender. Pero ciertamente también eso incluye la educación formal. Entonces siempre que hay una oportunidad de aprender algo, o una destreza, o estimular tu pensamiento, pues hacerlo, por ese lado. Valores, tener claro cuáles son tus valores. ¿Qué es lo que tú afirmas? ¿Como tú te identificas? ¿Qué es lo que tú defiendes? ¿Defiendes la justicia? ¿Defiendes el amor? ¿Defiendes la paz? Es importante que uno sepa cuáles son tus valores. ¿Crees en la familia? ¿Crees, que sé yo, en la tierra, en el planeta, la importancia del agua? Cosa como esas, creo que es importante tener alguien que tú puedes decir que son tus influencias. Ósea, yo puedo mirar quizás a mi padre, Luis Olivieri-Gómez, puedo mirar quizás a mi abuela Carmen Luis-Santos Aponte, puedo mirar quizás a personajes que he conocido, a uno de mis antiguos supervisores, al pastor que me casó. Entonces que yo pueda tener por lo menos mi lista de cinco personas que yo sé que han influido en mi vida, digo que he conocido personalmente. Hay algunas que te influyen porque escuchaste de ellas o viste la película, Madre Teresa.
DV: Modelos a seguir.
LO: Sí, Gandhi, Jesús, qué sé yo. No voy a entrar a política, pero me explico. Creo que eso es importante, y tener un plan de vida. ¿Dónde te visualizas en un año? Donde de visualizas en cinco años, en 10 años, tener visión. Dice la biblia, mi pueblo padece por falta de visión. ¿Si no hay visión, hacia dónde vamos? ¿Qué queremos lograr? Se da mucho en América Latina. Dejamos todo a los políticos, a los presidentes, y yo creo que es importante, así como en el vecindario—es tu unidad quizás más inmediata, la comunidad. En ese sentido yo soy medio Bakunin, la ideología este anarquista. La no creencia del estado y más bien la fragmentación en pequeñas unidades políticas, pequeñas comunidades. Creo que cuando podemos operar a un nivel más pequeño es más posible cambio, la transformación. Si dejamos todo al aparato grande, al macro, a veces como que no vemos el cambio, como que es más difícil. Si podemos hacer ese cambio comenzando por tu calle, por tu piso. Que conozcas a tu gente, a tu norte, a tu sur, tu este, y tu oeste. Que vaya más allá de un saludo, el clásico desde el auto, “hi,” “hi.” No, este, invítalos a un “barbecue” en tu casa, no sé, cosas así. Creo que eso es importante, dónde te ves de unos a cinco o diez años, y qué pues hacer en donde está mismo ahora, cómo puedes hacer un cambio. Creo que esas experiencias de intercambio, de interactuar con la gente, uno también va creciendo y desarrollas el liderazgo. Porque te vas descubriendo: en qué creo, que es lo que me hace palpitar el corazón, que me provoca coraje, qué me provoca el llanto. Creo que la vida es corta. La vida comparada con la eternidad, la vida comprada con universo, es corta. Uno puede vivir, dice la Biblia, 120 años, y hemos visto que eso es así. Tengo un amigo, un conocido, que murió de ciento trece años, murió el año pasado, Emilio Flores Márquez, puertorriqueño. Fue el hombre vivo de mayor edad por dos meses, según el libro Guinness. Y Don Emilio dice, y yo lo siento como un mensaje: aprendió de sus pares el dar lo que tiene, él compartir lo que tiene. Aprendió que amando es como realmente se vive feliz, y así vivió hasta que tuvo conciencia de sí. Entonces yo puedo dar muchas prácticas, experiencias, y compartir, pero me gustaría, pues, quien escuche esto y sienta esa inquietud, que nos contacte. Porque de alguna manera uno puede hacer una influencia positiva o poner ese granito, esa semilla, que de un fruto abundante. Muchos jóvenes se frustran porque no pueden estudiar, porque cuesta mucho la universidad o el problema que yo quiero. Yo digo aquí que las universidades no son públicas, ósea son del estado. Si fueran públicas serían mucho más accesibles, el costo. Hay países de América Latina, Europa, donde el costo es mucho más, mucho, mucho, mucho menor, pero claro tienes que ganarte el poder estar en la universidad. Hay unos exámenes--.
DV: El puesto.
LO: Exactos. Exámenes que tomas para cierta facultad, y es lo que mi esposa vivió en México. Pero si el costo es un reto, yo siempre digo a los estudiantes que se van a graduar de escuela superior y quieren seguir en la universidad, les digo, “¿tú conoces 50 personas en tu vida?” “Sí.” “¿Y esas personas, tú crees que te quieren?” “Sí.” “¿Conoces cien?” Es posible, a esos cincuenta o cien personas, compárteles lo que es tu proyecto a un año, o cuatro, o 5 años. Escríbeles, no les envíes un email, escríbeles de puño y letra, o algo que imprimas pero que lo firmen. Una foto tuya para que te vean y diles lo que es tu sueño, y si pudieran en su corazón colaborarte con sus pensamientos, con sus oraciones, y si posible con un donativo. Si tú tienes cincuenta personas, y te dan cien dólares, y cien dólares lo gastas uno en el Kankis o en el chino, en alguna cena familiar, o un juego de NC State o de UNC fútbol, porque son bien caros. Cien dólares, fácil. Cincuenta por cien son cinco mil dólares. Ya ahí cubriste un semestre de universidad. Porque a veces la beca no la puedes conseguir porque no tienes derecho a ella, o porque no te tocó, pero tienes gente que tú vas a ser partícipe o parte de esa experiencia tuya de crecer intelectualmente, profesionalmente. Entonces, yo siempre digo a amistades o con los que yo trabajo: ah, se graduó tu hija, espero su carta. Pues ahí vamos.
DV: Bueno Luis, muchas gracias. Gracias por estar con nosotros y compartir tu historia.
LO: A ti, Daniel, y al equipo.

[END OF INTERVIEW]

Transcriber: Daniel Velásquez and Sofia Godoy
Interview Date: 2023 April 5
Date of Transcription: 2023 July 10, 2023 October 18
https://dc.lib.unc.edu/utils/getfile/collection/sohp/id/29342/filename/29394.pdf